2017-04-10 LA ELECTRICIDAD - II
Desde el inicio de los tiempos el agua (lluvia o nieve), el aire y los
rayos solares, son elementos proporcionados por la Naturaleza totalmente GRATIS
y en muy diversas cantidades y fechas, de los que España tiene un número de
horas solares mayor que muchos otros países y, por lo tanto se encuentra
beneficiada en ese aspecto.
Hay otros países como Bélgica, Holanda y Dinamarca que, aprovechan hasta las mareas marítimas para
producir electricidad, cosa que no se hace -que yo sepa- en las costas del
Norte del País donde, al descender la marea, quedan sobre la arena del puerto
de Gijón las embarcaciones allí amarradas. Alemania, nación con menos horas
solares, de menor intensidad y duración que España, subvenciona a los que
colocan paneles solares sobre sus tejados. Aquí pretendan cobrar el “impuesto solar” por los mismos, cuando
están grabados con impuestos desde su fabricación, venta y hasta su
instalación.
Aquí hay minas de uranio, para utilizar en las centrales nucleares, las
cuales supongo son del Estado que pueden producir electricidad durante largos períodos de tiempo y, por lo
tanto, no es necesario importarlo.
Debo suponer también que las centrales eléctricas sitas a pié de presas en
los pantanos, que ocupan territorio
nacional, son propiedad del Estado, no comprendiendo que la producción
eléctrica de una turbina, girando durante 24 horas, tenga precios distintos en
cada momento.
Asimismo, las líneas de distribución eléctrica discurren y están situadas
-al igual que los molinos productores de la misma- sobre territorio
nacional, con total independencia que quienes sean sus propietarios.
Y después de todo lo expuesto, España
es el quinto país de Europa que tiene la electricidad más cara.
Las autovías y carreteras nacionales son del Estado, aunque hay quienes
deseen que éste les compre algunas Autopistas de peaje.
Hubo un tiempo que el Gobierno de España unió en una sola las diversas
compañía ferroviarias que existían en el País para formar la RENFE (Red Nacional de Ferrocarriles Españoles) con lo cual unificó tarifas,
recorridos y servicios en toda la Nación.
Lo que no se puede tolerar es que existan tantos conceptos en la factura
mensual, establecidos al arbitrio de determinadas Sociedades o Compañías,
intermediarios que la adquieren a quienes la producen y además, elevan su
importe cada año -con la aprobación de
algún Ministerio- cuando solo se debe de
pagar -y a un precio razonable- la consumida, el alquiler del contador en
su caso y unos impuestos, que deben reducirse al ser bastante elevados, sobre un producto de necesidad nacional que afecta a todos los españoles, que
no favorece en nada a las reducción del paro ni al alejamiento del umbral de
pobreza en que se hallan muchos.
Y pregunto, a la vista de todo lo antes expuesto ¿Es que el Estado no puede nacionalizar la electricidad
para eliminar conceptos y rebajar su precio, lo cual sería una ventaja para la
Industria nacional y para toda la población del País en estos tiempos de
crisis?
No entiendo mucho de esto, aunque supongo perdería los ingresos por
Impuesto de Sociedades y alguno más; en cambio obtendría los beneficios que
tienen las mismas -que son bastante elevados- aparte de los que generasen las
importaciones de ganancias de sus filiales en el exterior, aunque es posible
que puedan desviarlas a paraísos fiscales.
Opino que debe variar ya todo lo expuesto, si es que de verdad hay alguien
que desee empiece a prosperar España.
Murcia, 10 de Abril de 2017 José María Vela Urrea
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