2017-05-09 MURCIA
DESAPARECIDA
Voy a escribir hoy algunos de mis viejos
recuerdos, refiriéndome a una parte de Murcia que conocí y que desapareció totalmente para dar paso a la creación de una nueva avenida refiriéndome,
en este caso a una parte del Plano de
San Francisco y su continuación hacia el Oeste.
Junto al Río, y frente al Pasaje de
Zabalburu estaba todavía ewl antiguo edificio de los tranvías -retirados en
1926- donde ahora se vendía Prensa; había desaparecido el edificio construido
años antes para Pescadería, así como los puestos de verduras -colocadas sobre
zarzos- colocados por gente de la Huerta para vender sus productos que llegaban
hasta la puerta de los Juzgados, hoy Biblioteca Municipal. Estaba el túnel de
la Aduana con su celebre y gran churrería en su patio interior por el que se salía a la calle de Verónicas
con su hoy desaparecido arco.
El mercado de Verónicas se edificó al
principio de planta baja con las diferentes clase de mercancías agrupadas en
distintos puestos, incorporando las de pescado cuando se derribó en antiguo
edificio de la Cárcel, en el que había estado,
que estuvo situado tras el de la Posada de San Francisco, la cual
lindaba por el Sur con un gran edificio, este a su vez –paso por medio, por el
que discurría un canal de agua que regaba a las tierras del lado Norte del
Malecón- con este Paseo, donde después de la guerra se instaló Radio Juventud,
emisora de Falange Española que se situó
en el mismo edificio.
En ese espacio que lindaba con diversas
edificaciones y el convento de las
Isabelas. Se instaló durante cierto
tiempo el Rastro, que vendía en sus puestos muy distintos artículos usados,
carentes después de la guerra. Un tiempo después se trasladó a un anchuron a la
izquierda del Paseo de Corvera, por el que se accedía al campo de futbol del
Imperial, entonces de tierra, sin la abundante hierba que había tenido antes.
Allí desapareció el Rastro al instalarse una báscula municipal.
Tras dicho Mercado hubo una plaza de la
que partía la calle del Pintor Sobejano que por el Sur lindaba con unos
edificios del Instituto y el Jardín Botánico y, por el otro con el convento de
Santa Teresa, con iglesia al inicio de la calle de Sagasta. Detrás de todo esto hubo tierras de labor. En
esa plaza, años anteriores y que no conocí, estuvo el taller de marmolista de
mi abuelo materno.
Así era esta parte de Murcia en 1952,
cuando los teléfonos eran solo de cuatro cifras.
Años después de la guerra al citado
Mercado se le elevó una planta, instalando ascensores, y todo lo demás fue
derribándose para construir la actual Avenida que comunica con la Autopista
Ronda Oeste.
Murcia, 9 de Mayo 2017 José
María Vela Urrea
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