2017-03-16 EL EDIFICIO
DE CORREOS
En 1889 el Servicio de Correos tuvo su
sede en Murcia en la calle de San Cristóbal y el de Telégrafos en el nº 10 de
la calle de San Antonio.
Ignoro cuando se trasladaría el primero
-y si iría junto con el otro- a un
edificio de la calle de la Merced, acera de la derecha yendo hacia la actual
Universidad, que tenía un gran vestíbulo
y la chapa de buzón en su fachada, que conocí en los años 30 cuando ya no funcionaba y se instaló allí el
recién creado “Orfeón Murciano Fernández Caballero” y, posiblemente, la
Orquesta Sinfónica de Murcia, donde tocaba el violín un tío de mi Padre.
El hoy cerrado edificio, sito en plaza
de Ceballos, se inauguró el 9 de Agosto de 1931, destinándose a Correos la planta baja, en la cual estaba también la
Caja Postal -en la que, tras el final de la guerra devaluaron las imposiciones a
Valores del Estado, que se vendían a una miseria, retirándolas rápidamente pues
no teníamos ningún dinero que tuviese validez entonces y había que comer.
Telégrafos se instaló en la primera con
todos sus aparatos, con entrada independiente junto a la esquina de calle
Cánovas del Castillo, desde donde salían raudos repartidores para entregar los
telegramas que se recibian entonces.
Sugiero que este gran edificio se podría
transformar, efectuando obras de adaptación, en un gran Centro comercial -del
que carece esta zona- con un supermercado, una estafeta de Correos y un gran
aparcamiento de vehículos.
Hubo una estafeta de Correos en la calle
de Diego Hernández, la cual conocí atendida por D. Vicente, que vivía en el
piso de arriba; después fue trasladada a un edificio junto a la Estación.
Hasta que en un solar, entonces rotulada su tapia como
propiedad de Cruz Roja Española, se construyó el actual edificio de Correos en
la Plaza Circular de nuestra Ciudad, edificio que ha sufrido diversas reformas,
hasta con la instalación del DEUSTCHE BANK alemán, que ha desaparecido tras las
últimas obras, en las que se han situado los mostradores del Servicio de
Correos para atención al público al
final de su planta baja, destinado los
espacios próximos al acceso a la venta de diversos productos que, salvo sobres
y embalajes, no tienen nada que ver con Correos, que hoy cobra por enviar una
carta a las Islas Azores 1,15 € , casi tres veces lo que importa una carta
desde allí a Murcia: 0,40 €
Es la marcha de los tiempos y, a este
paso, que no nos extrañe que cualquier día vendan paraguas en invierno y
bikinis en verano, u otros productos de estación, siendo posible que, al igual que hubo un
Banco alemán, un buen día instalen ahí una sucursal de la Reperham de Hamburg
atendida por rubias y lindas fraulein para prestar “servicios completos”…
Murcia, 16 de Marzo de 2017 José María Vela Urrea
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